miércoles, 12 de octubre de 2011

Zamba a una antepenúltima

Creía que tu recuerdo
no me hacía mucho ruido
y cuando cerré los ojos
seguías ahí en mi nido.

Tu cara tan diferente,
singular, como ninguna.
Tu cara de indiferencia
lejana como la Luna.

Seguís sentada en mi mente
cantando como lo hacías
y en el arte de olvidarte
ya no hay rima que me sirva.

Con la sonrisa en los ojos
y la esperanza entre dientes
salí a buscarte y mis manos
llenas de amor que florece.

Quizás por no conocerte
yo nunca pueda encontrarte
volver a tener la suerte
de en mi camino cruzarte.

Seguís sentada en mi mente
cantando como lo hacías
y en el arte de olvidarte
ya no hay rima que me sirva.

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