miércoles, 2 de marzo de 2011

Mi Recomendación:

De nada sirve resetear la mente, ni que las cosas desaparezcan porque sí. A los recuerdos hay que tenerles respeto, mucho respeto. Invitarlos a que se vayan cordialmente, con un "vuelvan cuando quieran" como para que sepan que no los esperamos, pero que no nos van a cagar la vida cuando vengan. Hay que aprender de los mismos, usarlos de maestros. Ya sean errores o cagadas, propios o ajenos, lo que sea, de todo se aprende. Por supuesto que el potus insensible no sirve (aunque tampoco creo que el potus sea insensible). Sirve salir de la maceta, caminar, respirar, dejarse llevar. De tanto caminar, te vas acostumbrando al peso de la mochila, se va transformando en parte tuya. Mi recomendación, a resumidas cuentas, es: levá el ancla, soltá las velas y dejá que el viento guíe el timón. Yo, con una palmada en la espalda y un abrazo, me ofrezco de voluntario para tu expedición, así termine en naufragio o mejor que Colón.

Es feo...

...cuando a uno lo dejan hablando sólo. Feo también es cuando se pierde la fe, agua sin la cual la flor de la esperanza se empieza a marchitar. Feo es que un hombre, ya sea lindo o feo, no te tome en serio. Feo es hablar de cosas feas, habiendo tantas cosas lindas. Y lindas.... lindas son las palabras, y más aún lo son las miradas que desprecian a esas palabras y le quitan valor, las miradas transparentes, que hablan, las miradas que dicen. Lindas son las sonrisas y las risas, expresiones y sonidos que endulzan tantos sentidos. Lindo es poder, siendo un extraño sin ningún tipo de poder, dibujarle una sonrisa a otra extraña que se siente rodeada de cosas feas, que con el brillo de una de esas, toda fealdad se ve opacada. Vale recordar, que lo lindo y lo feo es tan subjetivo como lo bueno y lo malo. Pero para este extraño estaría muy bueno que vos, extraña, seas linda. Sonrías y te rías con inocencia infantil y no pierdas nunca, jamás, la transparencia y el habla en la mirada. ¿Quién te dice? Nunca se sabe a quién podés endulzar.